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Los animales y las luchas

Publicado: 2014-02-16

A propósito del gato asesinado, quiero aprovechar para lanzar algunas ideas sobre la relación entre los animales y humanos. Creo que algunas pueden adaptarse a otras luchas también. 


Idea 1: Sobre cómo orientar la lucha por los animales

Para el filósofo Richard Rorty la moral es producto de la empatía. Es decir, los humanos tienden a obrar bien con aquellas personas con las que tienen más cercanía y cosas en común. Rorty pone como ejemplo que ante una situación de escasez de alimentos, todos pensarían primero en su familia, luego en su ciudad, etcétera. Si eso es cierto, explica por qué muchas personas no tienen remordimientos en maltratar animales: siempre se enseña que ellos son muy distintos a nosotros. Prácticamente, pertenecen a otro mundo: son presentados como criaturas inferiores, sin alma e irracionales.

Si una ética de respeto hacia los animales no está en el esquema mental de gran parte de la población, la peor estrategia que puede tener un animalista es deshumanizar al maltratador y decir cosas como “éstá loco”, o, “los humanos son peores que los animales”. Lo único que eso logra es que muchas personas terminen identificándose con el maltratador y reaccionando en contra de los animalistas. El maltratador les resulta más próximo que una criatura “diferente”.

La propuesta de Rorty para que “A” promueva su ética sobre “B” es persuadir a “B” mostrándole las cosas que tiene en común con “A”. Entonces, hay que pensar con cabeza fría una manera de generar empatía entre humanos y animales. Mostrar que ellos se parecen a nosotros en muchas cosas e intentar que la gente se conecte más con el mundo natural para que pueda entender que somos solo una pequeña cosita dentro de un todo.


Idea 2: Una demanda incompleta

Los indignados dicen “no a la violencia”; pero, ¿se han puesto a pensar en que muchos tienen mascotas que, en la práctica, son como esclavos? (Por si acaso, muchos esclavos llegaban a querer a sus dueños). Actualmente, la gente compra animales para tenerlos encerrados en un espacio reducido y no les permite compartir con otros de su propia especie. ¿Qué cosa más violenta puede haber que te impidan una función biológica como tener pareja y reproducirte? Quizás la relación de miles de años entre el perro y el hombre pueda justificar el hecho de tener perros en casa; pero, ¿qué hay de aquellos que tienen canarios, conejos y monos? ¡Muchos están encerrados y son castrados!

Además de esto, hay gente que solo se identifica con los animales porque son tiernos y lindos. También están los que quieren a los perros porque tienen un perro, pero matan un caballo y no pasó nada. Ellos tampoco han desarrollado una moral racional (en el sentido Kantiano) y, sin embargo, piden al maltratador entrar en “razón”. Una demanda completa, debe cuestionar también otras formas de violencia.


Idea 3: ¿Y los demás problemas sociales?

Es fácil indignarse con algo cuando la acción que reclama esa indignación no entra en contradicción con otros deseos personales. Eso explica por qué algunas personas pueden indignarse con el maltrato a los animales fácilmente y no preocuparse por otros problemas sociales. Una demanda de “no a la violencia” es la expresión de un valor y no hay que pensar mucho para eso. Sin embargo, la mayoría de problemas son más complejos y ameritan una mayor inversión de tiempo para informarse y así poder adoptar una postura clara (llamémosle contradicción de tiempo). Además, tener una postura social significa, muchas veces, entrar en conflicto con gente cercana como tu familia (piensen en Rorty). A más demandas, más posibilidades de mecha (llamémosle contradicción por querer caerles bien a todos). Son 2 hipótesis.


Escrito por

jorgevela

Activista y Politólogo de la PUCP


Publicado en

Madrugadas Largas

Blog de Jorge Vela