Si el APRA estará, hay que estar atentos y no caer en provocaciones. Las últimas dos repres en las que estuve fueron provocadas, en alguna medida, por jóvenes de esta organización.

El 22J - 2013, minutos después de que el cerco policial se plantara firme para detener la marcha, hubo un conato de bronca entre apristas y diversas agrupaciones. Conocidos jóvenes de izquierdas reaccionaron poniéndose al medio para evitar la violencia y llamando a la unión (de verdad que si no fuera por ellos, los amigos del APRA habrían terminado mal, eran una gran minoría). Los apristas, valiéndose de este mensaje de unión y luego de haber conectado un par de puñetazos que se escurrieron entre los brazos de los que mediaban, empezaron a decir: “Los tombos se están cagando de risa porque nos estamos peleando”, “ellos son los enemigos”, “vamos al congreso, al congreso”. Fue así que se lanzaron a romper el cerco policial y, claro, muchos los siguieron como borregos. En ese momento empezaron a llover las lacrimógenas (media hora antes habían soltado un par, pero en ese momento llovieron).

El 27J – 2013 se dijo que los hinchas de la U fueron los responsables. Los hinchas estaban a dos cuadras del cerco policial cuando empezó todo. Es cierto que algunos volvieron a meter chongo, pero para eso ya había gente ahogándose. ¿Qué sucedió? Como recuerdan, ese día los apristas se adelantaron al resto de las organizaciones y la policía hizo dos cercos: uno delante de ellos y otro detrás que los dividía del resto de manifestantes. Si bien hubo varios roces entre este último cerco de policías y algunas agrupaciones detrás, la represión desmedida empezó cuando los apristas se meten en una de estas peleas haciendo una suerte de pan con pescado a los policías.

No justifico la represión, por el contrario, creo que estas actitudes son las que hacen que el gobierno se coja de algo para justificarlas. En el primer caso se expuso innecesariamente a muchas personas que estaban adelante y no tenían las condiciones físicas para correr o defenderse. En el segundo, ya había una comisión dialogando.

Este descontrol de las bases cuando sus representantes están dialogando evidencia la debilidad de las organizaciones; pero, por otro lado (no se puede tapar el sol), hay que tomar en cuenta que la represión hace que las movilizaciones tengan más ruido mediático. Si algunas organizaciones o personas van con ese objetivo deberían recordar que hay personas (de diversas características) de por medio. Marchemos con ganas, pero atentos con eso.